Creación de personajes. Generalidades

Vayamos al grano.

Se puede discutir todo lo que se quiera sobre los juegos de rol: cuando juegas a rol necesitas interpretar un «rol»; es decir, un personaje.

En las próximas entradas voy a publicar mi sistema de creación de personajes. He intentado que sea un sistema genérico que valga para cualquier tipo de ambientación (fantasía, terror, ciencia ficción, detectivesca etc) y creo que lo he logrado. Hay un par de ajustes que realizar dependiendo del tipo de campaña que sirven para controlar elementos como la magia y los cachivaches tecnológicos, pero básicamente el sistema funciona en cualquier ambientación.

Dejaremos para más adelante las cuestiones como el concepto, historial, equipo, etc ya que estás sí que dependen de la ambientación a jugar.

Paso 1. Los atributos.

Existen 3 aspectos que definen a todos los personajes jugadores: Cuerpo, Mente y Espíritu y cada uno de ellos está dividido en dos atributos opuestos entre sí.

Cuerpo: marca el desarrollo físico de la criatura o personaje. Define su habilidad en combate, su resistencia y todo aquello que dependa básicamente del control de sus músculos y tendones

Se divide en:

Fuerza:     La capacidad de generar potencia a través de nuestro cuerpo

Destreza: La capacidad de generar habilidad a través de nuestro cuerpo.

Mente: marca el desarrollo neuronal del personaje. Su memoria, su capacidad de raciocinio, pero también su percepción y todo lo que dependa de su sistema nervioso.

Se divide en:

Inteligencia:   La capacidad de raciocinio, análisis, conocimientos y memoria

Percepción: Las capacidades sensoriales y las reacciones instintivas del cerebro a la hora de tomar decisiones.

Espíritu: marca el desarrollo espiritual del personaje. Como se relaciona con los demás, su personalidad, sus emociones íntimas y el control de las mismas.

Se divide en:

 Carisma:           La relación del personaje con los demás y también la percepción que tienen los demás de él.

 Emoción:          Su naturaleza visceral y el control de sus reacciones y emociones.

El aspecto es la seña de identidad del personaje. Los que eligen cuerpo son personajes de acción (soldados, espías, atletas). Los que eligen mente son personajes reflexivos o intuitivos (detectives, científicos, médicos) y los que eligen espíritu se basan en la relación con los demás (políticos, sacerdotes, abogados).

Al hacer el personaje hay que elegir uno de estos 3 aspectos con los que siente más afinidad y uno con el que el que siente menos.

Dispondrá de 7 puntos en el aspecto elegido, 6 puntos en el segundo y 5 puntos con el que menos afinidad sienta.

Comienza la aventura

Pues sí. He decidido hacer un blog sobre juegos de rol.

Me llamo Javier y desde muy niño me han apasionado los juegos de rol. Quizás porque me recuerdan a mi infancia. Las primeras partidas roleras no se juegan en una mesa, sino en la mente imaginativa de un mocoso. Ahí es donde vives tus aventuras, a veces sólo, a veces en compañía de otros mocosos. Luego te vas haciendo mayor y los pensamientos van sustituyendo a las fabulaciones. Finalmente amueblas toda la materia gris, como aquel que va al Ikea a comprar estanterías, y la dejas muy bien ordenadita que es lo que pide la vida moderna de adulto. Como mucho, aquello que de crío te apasionaba, queda relegado al fondo de un estante nueronal, esperando nostálgicos recuerdos.

Pero yo siempre he sido muy desordenado; vago y desordenado y  mi particular cambalache cerebral es casi un gallimatías. Dentro de mi considerable cabezón anidan más de 30 años de proyectos y proyectos de proyectos, amontonándose unos sobre otros y hundiéndose poco a poco, como estratos en la corteza craneal del olvido. Por eso nace la idea de este blog, sin más pretensión que ordenar un poco mis ideas y tratar de darles algo de continuidad para que no queden relegadas a esperar en el oscuro fondo del estante.

 

Una de mis neuronas en su hábitat de trabajo.

Volvamos a empezar. Como he dicho, desde muy niño me apasionan los juegos de rol y en mis momentos de ocio, que son muchos por eso de mi vagancia galopante, he ido acumulando un sin fin de ideas, partidas, campañas, relatos, mundos, etc. Muchas de estas ideas se han perdido por el camino; algunas como parte de genocidios intelectuales de esos que nos da por hacer cuando necesitamos tirar viejos papeles, y las más recientes secuestradas por malignos pendrives con el poder de desaparecer en cuanto te descuidas. Así que, empeñado en no perder más informacion, he decidido quitar el polvo del viejo cuarto de las ideas locas y dar salida a las supervivientes. Como digo mi única pretensión es la automotivación, pero como esto de los blogs me dicen que es algo así como público y notorio, pues correré el riesgo de que sean analizadas, comentadas o ignoradas por el resto de la clase rolera.

¿Y por qué se llama este blog  «La Leyenda de Bringaloom»?  Porque Bringaloom fue el origen de todo. Mi primera aventura-relato. Un día, además de jugar y de leer lo que habían escrito otros, pensé que podía escribir mis propias aventuras de fantasía rolera.  Me inspire en una vieja película musical llamada «Brigadoom» interpretada por Gene Kelly.  En esa película, dos turistas encontraban un encantador pueblecito allá por Escocia o Irlanda que aparecía en nuestro mundo un día cada 100 años.  La idea me gustó lo suficiente como para hacer una campaña alrededor de ella. Decidí cambiar un poco el nombre y así nació la primera aventura rolera que diseñe: «La Leyenda de Bringaloom»

 

Una escena de la entrañable “Brigadoom”

Pues eso. En este blog desarrollaré un par de mundos de juego y un sistema para afrontarlos y para no hacerlo muy pesado iré intercalando entradas de estas tres categorías.  Si me sobra tiempo y ganas quizás me atreva con un par de juegos de mesa.

Todo el material que publique es de mi propia invención, salvo las fotos. Cierto es que muchas ideas nacen inspiradas por las típicas fuentes: Cine, comics, libros, y otros juegos de rol. En estos casos lo diré..

Y bueno.  Dijo Buda que todo camino empieza por un primer paso… y ya lo hemos dado.  Así que sigamos en nuestra peregrinación en busca de la legendaria Bringaloom.